“El Día” que se atacó desde la prensa el Congreso inaugural de la OFI

HISTORIA DE LA OFI/Desde Montevideo/ Eduardo Mérica para Diario Uruguay.

Sábado 13 de Julio de 1946. La lluvia por fin había cesado y en la vereda de la Avenida 18 de Julio de Montevideo se esparcían restos de ramas y hojas. Eran cerca de las 10 de la mañana, pero en casa de los Leirana, habían encendido las luces muy temprano: porque los nubarrones oscurecían el cielo de Paysandú. Entonces apareció el diario más influyente de la época sin televisión y por enésima vez la señora Enga Romero de Leirana le contaba a sus vecinos que la prensa confirmaba el rumor: por un motivo desconocido, el principal diario montevideano atacaba el posible nacimiento de la OFI. Por un momento todo el interior futbolero se quedó en silencio. Aunque desde Montevideo y desde la sede del Club de Residentes de San José, alguien llamaba para narrar la noticia esperada por todos. La fundación de la Organización del Fútbol del Interior. Aunque estaban muy lejos,  perose sentían muy cerca. Hasta que una voz balbuceó algo:
-¿En serio me hablás? Por favor, contame rápido cómo va todo…

El 13 de julio de 1946, se podía leer en el diario El Día de Montevideo:

“Nos resulta imposible dar detalles sobre cuáles serán los temas a tratar por el Congreso, pues
no se ha enviado ninguna información oficial.

Algunos afirman que la razón de estos actos radica en el entredicho de la Junta con la Liga de Paysandú, pero suponemos que no han de realizar un Congreso con esa finalidad.

La AUF resolvió como ya lo adelantamos designar una Comisión integrada por el vicepresidente de la Junta, Dr. Julio C. DeGregorio y los delegados Contador Julio V. Canessa (Peñarol) y el Dr. Atilio Narancio. Ahora bien, esta delegación podrá actuar si los miembros del Congreso desean aprovechar su venida a Montevideo para procurar, en realidad, el remedio de sus males, que debe entenderse, son también males del fútbol nacional.

Porque una tan importante reunión del fútbol uruguayo no puede tener tropiezos en su marcha sin que ellos afecten el mejor desarrollo de las actividades vigiladas por la Asociación Uruguaya de Fútbol. Parte de nuestra prensa ha dicho que, sólo frente a la amenaza de ese Congreso, es que la Junta se ha decidido a actuar.

Creemos que los clubes de Montevideo, o sea, los que forman la Asociación, ningún mal material pueden temer del fútbol del interior, condenado a no perder su afiliación.

Su actitud responde al hecho de que, no hay un solo representante de nuestro fútbol capitalino que no se sienta íntimamente ligado a la suerte del fútbol en los otros departamentos.

Se ha expuesto así a que sus representantes puedan aparecer desairados si los componentes del Congreso deciden no tener contacto con ellos.

Los señores delegados de la AUF, entendieron que ante la gravedad de los males que, para el Fútbol del Interior pueden acarrear las actitudes aconsejadas por un estado de ánimo exaltado, nada puede significar el posible agravio que se les quiera inferir pues, no van a pedir nada para las instituciones que representan, sino a ofrecer todo lo que esté en sus manos.

Mal habría procedido la Junta si se detuviera ante el posible temor de no ser aceptados sus reales ofrecimientos, porque sabemos que el interior quiere hacer posible una nueva organización para su fútbol que les pueda permitir ofrecer al fútbol nacional un desenvolvimiento mucho más próspero.

La Junta, nada teme ni nada pide para sí”