Diario Uruguay

¡No está escrito!

En Punta Carretas sobrevive un bar almacén gallego: “El Tabaré”

DECLARADO PATRIMONIO HISTÓRICO NACIONAL RECOMENDADO POR VARIOS MEDIOS INTERNACIONALES

Te veré, Tabaré

Fachada del Bar Tabaré.

La portada de la prestigiosa revista Newsweek, del 30 de octubre de 1995, resume el asombro de cronistas que recorren el planeta, ávidos de sitios cautivantes. Para ellos, el antiguo boliche montevideano es de los diez mejores de las Américas y de los cien más recomendables del mundo. “Tiene una atmósfera única para los habitué informales, con las facilidades de un gran bar tradicional”, según descripción que repicó en las páginas de otros gigantes globales de la prensa: Le Monde, Times, The New York Times, El País de Madrid, La Nación.

Fundado en 1919, como un almacén y bar de pescadores, en el corazón del bucólico barrio de Punta Carretas, su más recordado propietario fue el pontevedrés Eladio Rial, que pasó allí una larga vida. Al principio era visitado por personajes tan diversos como el escritor Carlos Roxlo, el escultor José Luis Zorrilla de San Martín y la poetisa Juana de Ibarbourou. Carlos Gardel, y su amigo y letrista oriental, Francisco Razzano, más de una vez se acodaron, deslumbrados, en su exquisito mostrador Art Decó. Era el sitio de reunión de los campeones de Maracaná: Roque Máspoli, Obdulio Varela, José Pepe Schiaffino, los más frecuentes. Su roble inspiró al gran Alfredo Zitarrosa, y aún seduce a Caetano Veloso, Milton Nascimento, Joan Manuel Serrat, Jaime Roos, Fito Paez, Charly García, Jorge Drexler, entre tantas celebridades de la cultura y el espectáculo.

Un espacio del arte y la memoria a pocos

metros de la rambla de Punta Carretas.

(Ignacio Naón, 2009)

Miles de turistas pasan cada año por el comercio ubicado a metros del Río de la Plata. El único del país recomendado por la Guía Michelín, que se conmueve con un título glorioso: Patrimonio Histórico Nacional. “Bar Tabaré está comprometido con la democratización de la cultura iberoamericana”, afirman los emprendedores que siguen la huella de los fundadores gallegos.

Fuente: Crónicas Migrantes de Armando Olveira