Luis Alberto Lacalle Herrera y su opinión sobre la votación en las internas

Pasa en todas las dinastías familiares: hay nombres que se repiten de generación en generación y después se arma un lío bárbaro para distinguir a unos de otros. Con los Herrera, en el Uruguay, ocurre lo mismo: hay demasiados Luises. En su casa veraniega de La Barra, en cuyo frente flamea una bandera uruguaya, nos recibe uno de ellos, Luis Alberto Lacalle Herrera, presidente de la República entre 1990 y 1995 y, da la casualidad, padre del primer mandatario actual de la R.O.U., Luis Alberto Lacalle Pou.

Familiarmente, para que no haya confusiones, a Lacalle Herrera lo llaman Tata; al presidente, simplemente por sus dos apellidos (Lacalle Pou) en tanto que “Luis chiquito” es el apodo que recibe uno de los siete nietos de aquel, que de chiquito no tiene nada porque mide 1,80. También a Lacalle Herrera sus amigos le dicen “Cuqui”, con lo cual Lacalle Pou pasó a ser necesariamente “Cuquito”, según el diario La Nación de Argentina

El primer Luis de Herrera (tatarabuelo de “Cuqui”) nació en Montevideo, en 1806, participó en la batalla de Ituzaingó y fue jefe político de su ciudad natal. Su hijo, Juan José de Herrera (zafó de llamarse Luis, pero no así un hermano) fue uno de los fundadores del Partido Nacional, pero fue su hijo Luis Alberto de Herrera (1873-1959) el más legendario miembro de ese árbol genealógico. En efecto, el abuelo de “Cuqui”, y bisabuelo de “Cuquito”, marcó con su presencia activa e intensa buena parte de la vida política del siglo XX del país vecino.

Fuente: APU