Piedra en Escuela de Cerro Largo documenta negocios de siglos XVIII y XIX

Ruta del Saber con la Dra. Cecilia Martínez para DIARIO URUGUAY.

Escrituras notariales en piedra – Siglo XVIII actual Cerro Largo, Uruguay.


Adjunto la fotografía de J M Techera (la más oscura) y la edición efectuada por Ricardo Vila.

Inmediatamente, para poder asistir correctamente al mencionado investigador, me puse a investigar recuperando material bibliográfico publicado en internet y de documentos de mi archivo personal, donde pude acceder a escrituras de Notarios de las Islas Canarias desde el siglo XVI hasta el siglo XIX. Asimismo, encontré un trabajo multidisciplinario realizado en España sobre la historia de los repartos de tierras en Is. Canarias. Encontré documentadas varias abreviaturas que consideré se trataba de las mismas o similares a las que aparecían en la piedra sometida a estudio.

Un dato histórico no menor es que de la información bibliográfica surgía que las personas que no recibían tierras en los “sorteos” en Is. Canarias, trataban de negociar con la Iglesia Católica que en aquel momento (Siglo XVI), además, tenía oficinas pertenecientes a la “Santa Inquisición”. Recordar que las Is. Canarias, al igual que las “Indias”, habían sido invadidas por europeos, principalmente procedentes de España, incluyendo integrantes de la Iglesia Católica, que doblegaron a la población indígena Guanche en las Is. Canarias, y se repartieron tierras entre los representantes de la Corona Española y la Iglesia Católica. Hay registros históricos de sacerdotes que vendían tierras en su propio beneficio, y también hay registros de que si el “postulante” era de ascendencia judía o morisca, no se le otorgaban tierras y al que no se convertía (incluyendo tortura en las mazmorras) lo ejecutaban (horca). Eso hizo que todos los que no recibieron tierras, o no querían morir a manos de los inquisidores, se volvieran a embarcar desde las Is. Canarias rumbo a las “Indias” que en aquel momento era como irse al fin del mundo. También hubo otro contingente que vino a las “Indias”, que eran los esclavos Guanches que lograban escapar, todo documentado en bibliografía disponible en bibliotecas de España (sobre Guanches se puede consultar https://es.wikipedia.org/wiki/Guanche_(Tenerife) entre otras fuentes.

Es así que llegaron a las “Indias” muchas personas procedentes de las Is. Canarias, y nuestro país no fue la excepción tal como se encuentra documentado abundantemente por historiadores locales.

Poniendo manos a la obra, nos aventuramos a descifrar, por así decirlo, lo escrito en piedra utilizando las claves que nos proveyó el material bibliográfico citado:

1er línea “D° ” consideramos que significaba “Donado”, lo cual podría haber sido el egreso de una tierra desde la autoridad gobernante hacia el patrimonio de un particular o hacia otra autoridad.


Se leá, entonces, “Donado a …de”, estaba ilegible lo que indicamos con puntos suspensivos, podría tratarse de un apellido terminado en “de”, y el año “1795”. En las escrituras de los notarios de las Islas Canarias que tuve a la vista, que documentaban los repartos de tierras a los “sorteados” – de ahí suponemos que viene la expresión “suerte de tierras”-, aparece un apellido que era común en las Is. Canarias en aquel momento, el apellido Grande que los notarios abreviaban así “G°de”. Tal vez, en esa primer línea se le donara a alguien de apellido Grande, abreviado como “G°de” y antes apareciera su nombre de pila, el cual no me resultaba legible.

2ª línea “D°” o sea Donado “a…Merim (o Merin) 1797”, en efecto se trataba de un apellido que luego dio nombre a la laguna que hoy conocemos. Antes del apellido se apreciaba una letra mayúscula. La comparé con las letras de los notarios de Is. Canarias pero no logré descifrar si es una “F” o una “I” (i mayúscula) o tal vez otra letra.

3er línea “Vi° significa Vendido o sea el donatario (beneficiario de la donación de 1797) de la tierra lo vendió, en cuanto a “Fc°” es la forma como se escribía el nombre Francisco en las escrituras notariales del Siglo XVIII que luego en el Siglo XIX pasó a abreviarse como “Fco”.

Luego aparecían otros dos elementos que no logré distinguir si eran iniciales o abreviaturas de nombres o datos notariales. Después aparecía lo que consideré era un apellido “Mirelea” o “Mireles”, luego el año “1823” o “1825”. Volví a revisar y me pareció leer Fc Luis Mireles al compararlo con escrituras de Is. Canarias porque el apellido Mireles aparece en muchas escrituras de esas islas en esa época.

4ª línea “Vi° o sea Vendido “a Ma. S Duarte 1830…” de acuerdo a lo que logré leer. “Ma” podía ser Misia (la forma antigua de Señora) o “María”. En caso de no ser una “a” la letra final, entonces podía tener otro significado. Noté que al lado de la “M” lo que aparecía arriba a la derecha era una “c” con cedilla. Teniendo a la vista, las escrituras de los notarios canarios, la M seguida de una c con cedilla arriba a la derecha significaba “Merced” en el sentido de Sr. o Sra. con cierto título nobiliario, militar o persona poderosa o distinguida. Luego aparece “S Duarte 1830”.


5ª línea, decía “…Seo Fede imo …1881” o “Fedeimo” Por separado, Fede significa fe en idioma italiano, en tanto “imo” en latín tiene más de un significado, uno de ellos es “fondo” que fue uno de los elementos de mensura de tierras entre los siglos XVIII y XIX en nuestra región. “Seo” no lo pude descifrar. Luego parecía que eran números. Más adelante aparecía “Leo Fedeiros”, “Leo” es el hipocorístico de Leonardo www.buggol.com/listado-lenguaje-hipocoristicos-espanol.php, Fedeiros es un apellido muy antiguo (Canario? Gallego? Portugués?, luego “1881”.
6ª línea parecía referirse a la fundación de una “Villa S Vinc D” que podía ser San Vincente D, luego el año solamente veía 18…no distinguía los dos últimos números. Decía “Villa” y la “s” pequeña arriba, en las escrituras canarias el significado era “Villas” que era una forma de documentar que con el correr del tiempo se habían ido formando caseríos con los dueños y demás ocupantes de las tierras, era la forma que tenían las autoridades de Is. Canarias de dejar asegurado el afincamiento de los vecinos para evitar negociados irregulares de las tierras, posiblemente esa tradición continuara en nuestro territorio, luego aparece el año “1885” o “1895”.

Debajo de esa línea aparecían marcas en la piedra pero no pude identificar de qué se trataba.
Espero que esta nota despierte el interés de quienes quieran continuar colaborando con descifrar estas escrituras notariales en piedra en 2024.