Parece cuento. El bagayero y el coimero

LA SEMANA EN VERSO/Desde Rivera Roberto Beto Araújo para DIARIO URUGUAY.

Don Xico era bagayero y el Cavera era coimero; o sea el Cavera era milico, pero milico coimero, reconocidamente coimero; y por eso de muy coimero siempre fue milico raso y nunca ascendió a Cabo, pero tampoco le importaba, pues su negocio era la coima, en tiempos que los milicos coimeaban por el bagayo, no sé ahora, si coimean y porqué coimean, ni tampoco me interesa.

Ahora el caso del Cavera era curioso, porque el día que se jubiló dijo y nadie pudo negarlo que nunca en toda su vida había agarrado un peso de coima , y lo peor es que eso era la más pura verdad, pues al Cavera no coimeaba plata, coimeaba en “Putas”, así de fácil.

En mi vida por razones obvias he conocido bagayeros de los chicos y de los grandes, que coimeban en plata viva , en joyas, en mercaderías, hasta en vacas y terneras , como el caso de Malevo, que puso un tambo coimeando lecheras, pero el Cavera, no aceptaba otra moneda que no fuesen “Putas”, y en putas cotizaba su servicio.

Si bien su casa Favorita era La Pegui, aceptaba putas de cualquier quilombo y así tenia Putas en haber en todos los quilombos de Rivera y Livramento y hasta Durazno, cuando en el Barbudo agarró a un Canario con una carga de Sombreros de Paja, y este sin tener cuenta en Quilombos locales, le ofreció Putas del Dado Rojo, que al fin como nunca fue a Durazno terminó regalándole al Viejo Tarte que era Encargado de Capatacía de AFE el día que el Viejo se Jubiló.

Es más hasta un día se discutió con el viejo Ariel por una carga de caña y tabaco, pues según él con una “Puta” no alcanzaba pues era un matute muy grande, y estuvieron a punto de desenfundar el 38, hasta que apareció don Xico y los separó, y terminaron transando por una Puta y media; si bien que nunca puede entender como se hizo para arreglar ese quebrado, pero no es de mi cuenta, y a esta altura ya creo no lo voy a entender.

Lo cierto es que don Xico era bagayero chico, de los que bagayeaban en carro tirado a burro, y que su ruta era evadir Paso de Castro por la Manduví y esperar el tren en la frenada antes de Estación Ataques.

Toda la vida bagayeó, hasta que la tuberculosis lo tumbó y lo tuvo entre que se moría y se salvaba en el Pabellón de Tísicos del hospital por casi dos años, y cuando salió ya no le daba el capital ni el cuero para seguir bagayeando, pero por vicio nomás seguía bagayeando, o sea en verdad no bagayeaba nada, pero hacía el recorrido con el carro vacío por la madrugada, gambeteando a la aduana, y llegaba a destino con su carga de bagayo imaginario, hasta que un frío amanecer de Julio la barra de la móvil lo encontró petrificado allá por el Platón, pues se había muerto bagayeando ilusiones rumbo a alguna quebrada de la cuchilla.

Y por ahí ha de andar, quien sabe…

Por su lado el Cavera, cuando los años se le vinieron arriba y vio que no le quedaba mucho tiempo ni de servicio ni de vida, comenzó a acumular Putas, para la jubilación y llegó a almacenar un capital considerable en su erario, a tal punto que cuando se jubiló y revisó la libreta donde anotaba su cuenta corriente tenía mas de ciento cincuenta Putas en haber, por lo que le dijo satisfecho a la Barra del TacaTaca, con esto me da para ir tirando tranquilo, hasta que me muera, y según se dice se murió justo cuando terminó de consumir sus últimos ahorros en su peculiar carga cosechado en años de coimas y bagayos.

El otro día cuando andaba sin un porque dando vueltas por los arrabales, pasé por el camino de Mnaduví donde Don Xico usaba para gambetear el control de Paso Castro, claro ya queda poco del viejo camino donde el Xico se arrastraba con su carro tirado a burro, llevando su carga imaginaria rumbo a Estación Ataques, y que en cierta lejana noche de épica memoria, con su providencial mediación evitó una tragedia entre Ariel y el Cavera, valiéndose del ardid de dividir una puta al medio, aunque no tengo idea de cómo se efectivizó el pago, y a esta altura ya no he de comprender esa lógica, si es que tiene lógica al fin.