El lobo en todos nosotros


HISTORIOGRAFIA desde Santana do Livramento, Brasil/Carlos Alberto Potoko para Diario Uruguay.

No hay nada nuevo bajo el Sol. La masacre de televisores a través de campañas para convertirnos en manada tiene historia. Las ideas del pastor dirigido por las ovejas lobo son antiguas. Hermann Hesse en lobo estepa registra bien esto, como que siempre, mientras ha habido hombres, ha habido rebaños de hombres y siempre mucho más los que obedecieron, en comparación con el pequeño número de los que ordenaron – teniendo en cuenta, por lo tanto, que la obediencia fue hasta ahora la más larga cosa entrenada y cultivada entre hombres. Es justo asumir que la necesidad de obedecer es ahora innata en cada uno de nosotros, como una especie de conciencia formal que dice: “debes hacer esto absolutamente, y abstenerte absolutamente de ello”, en otras palabras, “debes. “

En el mundo moderno el hombre de la manada también se presenta como la única especie de hombre permitida, y glorifica sus atributos, que lo han hecho gentil, tratable y útil a la manada, como ser las virtudes humanas adecuadas en la obra de Nietzsche “Más allá del bien y del mal” cuando un lobo es perdiendo la lucha contra otro lobo y se da cuenta que no tiene oportunidad de ganar, el lobo perdedor ofrece pacíficamente a su oponente hacer malabares, como si dijera “perdí, terminemos. “Pero entonces, sucede lo increíble: el lobo ganador, inexplicablemente, se paraliza. Una fuerza milenaria te impide matar a quien tiene la humildad de conceder la derrota.

Un mecanismo primario, inscrito en ADN y más allá, desencadena al lobo ganador y les recuerda que la especie es más importante que el placer de eliminar a un oponente. ¡Qué maravilloso mecanismo instintivo! Nadie trataría al lobo que se rinde ante un cobarde, no al que paraliza la misericordia, el milagro simplemente sucede. Ni ganador ni perdedor. Los dos lobos salen y la rueda de la vida continúa. Si tan solo los humanos aprendieran la lección de los lobos en lugar de seguir sacrificándose unos a otros por orgullo y sed de poder, entonces encontraríamos todas las respuestas observando el lenguaje de la naturaleza.

Todo hombre tiene un lobo secreto. Es por eso que todas las conciencias se venden, y toda moral se corrompe. E incluso entre los lobos, el dinero se ha convertido en el dios absoluto. En el nombre de la avaricia que matas, mientes… Entre el dinero y la salvación del alma, muchos ya han hecho su elección… porque para ellos después de morir todo se acaba así que lo importante es disfrutar la vida con mucho dinero este es el centro de gravedad de nuestras pequeñas vidas devorándonos como un lobo.