FRONTERA RIVERA RENEGADES/Desde Rivera Eduardo Mérica para Diario Uruguay
El club Frontera Rivera fue como uno de esos presos que escribe en las paredes de la cárcel los días que le quedan para salir en libertad y los va tachando para matizar la espera y mantener firme la esperanza. Y pasaron 24 años!!!!… Y al club lo habían encerrado -entre dos clubes- y la Asociación Uruguaya de Fútbol hacía oído sordo a los reclamos y así comenzó la odisea del presidio. Y es por eso que en su pared escribió sucesivamente: “Hay que volver, volver, volver”. Y fue así que mientras observaba de afuera de la cancha el club, 24 veces -por año- tachó uno a uno los nombres de la AUF que le impidieron sin respuesta alguna regresar al campo profesional. Y la amargura invadió el alma de los hinchas hasta que llegó de nuevo el momento de empezar de cero y el barrio de la Cuaró en su Plaza vio al fin lo que tantas veces imaginaron durante muchísimo tiempo: el salto con el puño en alto y el festejo que ya ni recordaban…
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Y ahora tienen razón de hablar. Había que verlo al Beto Araújo en la tarde- noche allí en la Plaza, cuando expresaba: “No por los que están, sino por los que no están… Podemos decir, que la lucha fue muy dura y hubo más de un momento en la cual creímos que no podíamos dar un paso más adelante…”.
Y sabemos que hoy dice lo que dice por el maleficio que era total. No lo metían a Frontera de nuevo en la AUF ni en los sueños. Y al fin se pudo. Por lo pronto este Frontera Rivera salió de ese cuarto oscuro y recuperó la libertad. Y no es poco… en este fútbol uruguayo.
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