Diario Uruguay en el velorio en la Universidad de la República de Luis Eduardo Arigón Castel

TENGO CALLE POR URUGUAY/Desde Montevideo Eduardo Mérica para DIARIO URUGUAY.

Luis Eduardo Arigón Castel fue un empleado, sindicalista y militante del Partido Comunista del Uruguay uruguayo desaparecido durante la dictadura cívico militar en Uruguay.

Sus restos fueron hallados el pasado 30 de julio en el Batallón de Infantería n° 14 e identificados el 24 de setiembre de 2024.

Montevideo 2 de octubre de 2024

Estimadas compañeras y compañeros,

Nos encontramos hoy aquí para despedir a Luis Eduardo Arigón Castel, una vez más en la casa de estudios del pueblo, que vuelve a hacerse presente para abrazar y acompañar a Luis Eduardo y a toda su familia.

En este homenaje, la Asociación de Madres y Familiares de uruguayos detenidos desaparecidos, quiere extender un abrazo sentido a su familia, que tanto ha caminado junto a nosotros en estos largos años de lucha; a sus hijas, Sabina y Estrella, y a nuestra querida Sara, luchadora infaltable, una de las fundadoras de nuestra Asociación, que tanto aportó en este camino de búsqueda y exigencia, siempre golpeando puertas, preguntando y exigiendo por Luis Eduardo, su compañero, y por todos nuestros detenidos desaparecidos.

Este paso que hoy se da en el camino de la verdad, es también fruto de aquellas que como Sara trabajaron tanto por esta causa, no dejando nunca a nadie rendirse, a pesar del cansancio y de las mentiras que por tantos años recibió.

Hoy, podemos decir que esa lucha dio resultado y hemos dado un paso más hacia la verdad.

Luis Eduardo Arigón Castel tenía 51 años al momento de su secuestro el 14 de junio de 1977, en un operativo enmarcado en la “Operación Morgan”. Fue llevado al centro clandestino de detención La Tablada, donde se lo interrogó y torturó hasta su muerte. Allí también lo desaparecieron. Su cuerpo fue enterrado de forma cobarde, cruel y clandestina, hasta el pasado 30 de julio cuando, gracias al trabajo inagotable del grupo de antropólogos, fue encontrado.

Sus restos óseos fueron hallados en la trinchera N° 892 del Batallón N°14 de Infantería Paracaidista en Toledo; la fosa clandestina demostró desde el primer momento la saña con la que actuaron quienes lo mantuvieron secuestrado durante 47 años. El pasado 24 de setiembre, finalmente pudimos darle un nombre a aquel nuevo hallazgo y decir que Luis Eduardo Arigón volvía a su casa, a su familia y a su pueblo.

Su cuerpo, secuestrado durante 47 años, denuncia la peor cara del Terrorismo de Estado, aquella que se ensañó con quienes, como Luis Eduardo, se atrevieron a pensar distinto, a soñar con un mundo más justo y solidario.

Hoy, 47 años más tarde, recuperamos nuevamente un trocito de verdad. Hoy, recuperamos a Luis Eduardo Arigón: hombre de su pueblo, militante de todas las horas, trabajador incansable, de convicciones tan fuertes como su carácter revolucionario.

A aquel hombre de utopías y sueños de igualdad, hoy lo traemos de vuelta a su casa, a su familia y a su pueblo, para que lo abracen y recuerden siempre.

Luis Eduardo fue un militante del Partido Comunista y dirigente sindical de FUECI y seguramente por ello los criminales se ensañaron con él. Pero no fue sólo un militante. Luis Eduardo fue compañero y padre. Fue aquel hincha de Liverpool, apasionado del fútbol, que disfrutaba de un buen asado, de tocar el violín y la guitarra. Aquel, que amaba leer y escribir poesías.

Luis Eduardo fue parte de una camada de hombres y mujeres comunes pero extremadamente valientes; de aquellos, que incluso en los peores momentos, se entregaron a su pueblo para sembrar sueños de igualdad.

Es a ese hombre, al compañero, padre y militante, al que hoy recordamos y homenajeamos.

Luis Eduardo Arigón se suma a la lista de familiares hallados en territorio uruguayo: vuelve junto a Roberto Gomensoro (de quien sólo se pudo recuperar su cráneo), Ubagésner Cháves Sosa, Fernando Miranda, Julio Castro, Ricardo Blanco, Eduardo Bleier y Amelia Sanjurjo.

Por todos aquellos y aquellas que aún nos faltan, es que hoy reafirmamos nuestro compromiso inclaudicable de que seguiremos siempre buscando y exigiendo respuestas.

Que este homenaje nos sirva una vez más para reafirmar el compromiso con la búsqueda, con la Memoria, la Verdad y la Justicia, para seguir el camino que nuestras viejas, como Sara, nos supieron marcar.

Por él, y todos y todas a quienes seguimos y seguiremos buscando, es que reafirmamos nuestro compromiso con el Nunca Más.

Luis Eduardo Arigón Castel, hoy vuelve a su casa, a su familia y a su pueblo.

Luis Eduardo Arigón ¡presente!

Datos Personales:

Edad: 51 años.

Fecha de Nacimiento: 18.02.1926.

Lugar: Montevideo.

Nacionalidad: Uruguaya.

Estado civil: Casado.

Hijos: 2.

Ocupación: Empleado de la librería Heber Saldivia en la Galería del Notariado (desde 1968).

Alias: Ignacio.

Militancia: Secretario Político del Seccional “Sur” y en la clandestinidad del Regional Nº 5 del Partido Comunista (PCU), Frente Amplio (FA). Dirigente de la Federación Uruguaya de Empleados del Comercio e Industria (FUECI), Convención Nacional de Trabajadores (CNT).

 
Detención

Fecha: 13-14.06.1977.

Lugar: En su domicilio, Belgrano 2872, apto. 201, Montevideo. Uruguay.

Hora: Entre 0.30 y 1 de la madrugada.

Reclusión: Centro clandestino de detención “La Tablada”.

Circunstancia: Es detenido en un operativo comandado por un hombre de particular, no muy alto, bastante rubio y con patillas, acompañado por cuatro soldados uniformados de color verde y armados. La familia Arigón, compuesta de tres hermanos, vivía en una casa de tres plantas ocupando cada uno un piso. Los agentes de seguridad ingresaron al primer piso pidiendo documentación, hasta llegar a la casa de Luis Eduardo Arigón. Allí piden sus documentos y se llevan los libros en un auto Fiat de color blanco. Arigón es conducido en una camioneta militar acompañado por los cuatro soldados.

Desaparición

Fecha posible de fallecimiento: 15.06.1977.

Lugar: Centro clandestino de detención “La Tablada”.

Circunstancia: Muere en la tortura. Mientras estaba colgado, un soldado pidió urgente un médico para que lo revisara dado su estado de salud, pero éste no se anima a detener la tortura ni a bajarlo de la posición en que estaba. Tiempo después lo descuelgan y cae sobre otro detenido. Estaba muy mal y habría muerto a los pocos minutos.

Fuente: Partdio Comunista y Desaparecidos.org