octubre 8, 2024

Sin pelos en la lengua, Roman Nappa, insiste:”En el fútbol del interior, nos tenemos que salvar entre todos”

PERIODISTASENRED/Desde Minas, Lavalleja/Entrevista/Eduardo Mérica para Diario Uruguay.

“La verdad se tiene que saber: Porque muchas veces el fútbol del interior lo manejan personas que tienden a menospreciar al periodista, al dirigente, al futbolista, al hincha. En definitiva, a todos”

Roman Nappa, periodista

Y ahora llegó la hora del periodismo del interior para medirse, competir, ser mejor. Esencia misma del deporte. Llegó el momento, tantas veces postergado, tantas veces requerido, de tener minutos y de poder contestarle al que sea. No en el barrio, ni en el pueblo. En el mundo. A tal punto que aceptamos gustosamente la invitación para participar en su espacio para discutir todos los temas de la Organización del Fútbol del Interior. Y entonces llegó el momento de la verdad. Para los dos fue un desafío extraordinario. Por fin, pudimos comentar sobre el fútbol con las mismas armas que los capitalinos. Lo que pasa que el estar siempre en el ámbito local lo termina “achanchando” a uno, se va dejando acotar por las necesidades propias del ambiente. Por eso decidimos exclusivamente emprender un viaje de comunicación siempre soñado, pensado y realizado con otros principios, con una tecnología de avanzada, que se aprecia ligeramente día a día… Sintesís de la preciosa posibilidad de poder contarle a la gente toda la verdad del fútbol chacarero.

“El fútbol del interior, le cayó la política: porque si sos de un bando, te separan. Y si sos del otro, te llaman… Y lamentablemente lo han perjudicado al fútbol del interior”

Roman Nappa, periodista

Al fin y al cabo, hicimos radio con Roman Nappa. Radio de verdad. Mágica palabra que hace trepar la adrenalina al tope, agudizar el ingenio y entregar lo mejor de uno mismo. Esencial para superarnos, para crecer, para convivir radialmente con una vanguardia tecnológica que se sigue asomando y que deja irremediablemente atrás a quien no viaja con ella.
¡Vamos al aire, Roman! Ahhh… sin pelos en la lengua. Y veamos por qué.